Mamá, ¿qué hace un párroco?

Texto por María Pinto, collage por Magaly Nieto de Kronsbein

Hay miles de trabajos en el mundo, algunos de verdad peculiares, sin embargo para un niño existen pocas ocupaciones tan complicadas de entender, y que despierten tanta curiosidad, como lo es la de párroco de una iglesia.

Una/o tiene la sensación de que le dice a su hijo: “Verás, este señor cría unicornios” y el muchacho lo acepta con más naturalidad, o al menos con menos preguntas, que cuando trata de explicarle lo que es un guía espiritual. Un criador de unicornios quizás es difícil de creer para un adulto, pero extremadamente fácil de entender para un crío: el chaval, como máximo, igual pregunta cuánto vale un unicornio y si se lo puedes comprar a plazos.

O un día, quizás te encuentres con Müller de la empresa en la calle. “Mamá, ¿quién era ese?”. “Es Müller, el contable de la empresa”. Le explicas qué hace un contable. “Ah, contable”, dice el niño. Que viene a significar: esto sí que es difícil de entender, pero me da igual porque no me interesa nada lo que hace ese señor.

Ah, pero dile: “Este es el párroco de la iglesia”. “Mamá, ¿y qué hace un párroco? ¿Y por qué le has dicho padre?, ¿y entonces el abuelo? ¿Y dices que la iglesia es suya? ¿Votos de qué, como en las elecciones? Mamá, no te explicas bien”.

Nadie puede despejar mejor tantas dudas infantiles, como el propio padre Joan Vinyeta Punti, que visitó la clase de la Asociación Cultural de Habla Hispana el pasado sábado 25 de mayo. El padre, con su amabilidad y cercanía, estuvo conversando con los niños, cantó con ellos y visitaron juntos la iglesia de St. Wolfgang. Allí tuvieron la oportunidad de ver todas las dependencias del templo y como colofón, incluso tocaron el órgano.
¡Gracias padre Joan por esta experiencia y por explicarnos de primera mano lo que mamá no sabe explicar tan bien!